Carlos III y su hijo Guillermo visitan por sorpresa la cola de la capilla ardiente de Isabel II
El Rey Carlos III y el príncipe heredero, Guillermo de Gales, han visitado por sorpresa la cola para acceder a la capilla ardiente de Isabel II en el Palacio de Westminster para saludar a los británicos que guardan turno para darle un último adiós a la Reina. La cola es kilométrica y hay una espera de más de 20 horas.
Ambos, con traje y corbata negra, estrecharon las manos y conversaron con el público congregado en el centro de Londres, que vestía ropa de abrigo para enfrentar la espera. «God save the King» (Viva el rey), gritaron algunos al sucesor de Isabel II, fallecida el 8 de septiembre.
En este casi milenario edificio de techo de vigas de madera, el más antiguo del complejo del Parlamento británico, se instaló el miércoles la capilla ardiente y se espera que pasen por allí 750.000 personas.
«Fue muy emotivo. Era como la abuela de la nación. La echaremos de menos», dijo a la AFP Shaun Mayo, un informático de 27 años del centro de Inglaterra, al salir de la capilla ardiente tras 14 horas de cola.
La víspera, el ex futbolista David Beckham también guardó su turno para honrar el «increíble» legado de la única reina que la mayoría de británicos conoció hasta su muerte, el 8 de septiembre, con 96 años, tras siete décadas de reinado.
Una espera de 24 horas
Esta mañana las autoridades han advertido de que la espera para poder decir adiós a la soberana ante sus restos mortales es de 24 horas. En los últimos días, los servicios de ambulancias de Londres tuvieron que atender a al menos 435 personas en la cola situada a orillas del Támesis y sus alrededores, por desmayos en la mayoría de los casos.
La despedida se desarrolla en un ambiente de recogimiento, solemnidad y disciplina. Hecho poco usual, un hombre fue detenido el viernes por la noche por abalanzarse sobre el féretro, según las autoridades.
Ese día, se vivió un momento solemne: el nuevo rey Carlos III, de 73 años, y sus tres hermanos Ana (72), Andrés (62) y Eduardo (58), velaron unos 15 minutos el cuerpo de su madre, en la «Vigilia de los Príncipes».
Este sábado en la tarde llegará el turno de los ocho nietos de la difunta, entre ellos el príncipe heredero y su hermano Enrique, que una semana antes aparecieron en público junto a sus esposas Catalina y Meghan.
Ese momento, que según la prensa se consiguió tras 45 minutos de «largas negociaciones», buscaba mostrar un acercamiento entre los hijos de Carlos III y Diana después que Enrique y Meghan decidieran abandonar en 2020 la familia real e instalarse en California.